Del CALENDARIO 2018 de la ASOCIACION DE AMIGOS DE LAS BRIGADAS INTERNACIONALES (AABI) dedicado a la solidaridad internacional
Este año se cumplen los 80 años de la despedida de las Brigadas Internacionales. Una ocasión para recordar a aquellos miles de voluntarios que lucharon defendiendo la libertad y la República. En el de este año dedican el calendario a los colectivos nacionales más pequeños. El 24 de septiembre de 1938 el Gobierno decidió la retirada del frente de los internacionales.
Tras la llegada de Hitler al poder (1933), la URSS ingresó en la Sociedad d Naciones y firmó acuerdos con Francia y Checoslovaquia a fin de forjar un sistema de seguridad colectiva frente al belicismo de Alemania, Italia y Japón. La sublevación militar en España, apoyada por Hitler y Mussolini, agravó las tensiones. Inglaterra y Francia no ayudaron a la democracia española e impulsaron el Pacto de No Intervención, firmado por 27 estados europeos.
La URSS lo firmó, pero exigió el cese de la ayuda italo-alemana. Ante el incumplimiento del pacto por estos países, la URSS se desvinculó de sus compromisos y anunció (7 de Octubre de 1936) su disposición a ayudar a la República. La llegada a España de material de guerra y alimentos elevó la moral del pueblo republicano y la simpatía por la Unión Soviética.
La ayuda soviética produjo un vuelco en la marcha de la guerra y permitió la salvación de Madrid, hecho en el que influyó principalmente el espíritu combativo del pueblo madrileño. Este presenció el 6 de Noviembre el primer combate aéreo entre los Junkers y Fiat fascistas y los “Chatos” soviéticos: “La gente abandona los refugios, se lanza a la calle y, sin acordarse del peligro de las bombas … presencia con emoción inenarrable la primera batalla aérea en defensa de su ciudad” (Hidalgo de Cisneros).
Los expertos militares soviéticos jugaron también un papel important en la forja del nuevo ejército popular, como reconoció el primer ministro Largo Caballero: “Los camaradas … desempeñan sus cargos con gran entusiasmo y una valentía extraordinaria”.
De los 2.000 hombres y mujeres que llegaron a España, la mayoría de forma voluntaria, 772 eran aviadores, 351 tanquistas, 222 asesores e instructores, 204 intérpretes, 156 radiotelegrafistas, 100 artilleros, 129 militares de otras ramas y 130 ingenieros o técnicos. Fueron rotando, sin rebasar nunca la cifra de 800 al mismo tiempo. 182 soviéticos dejaron sus vidas en España; sus nombres están escritos en el monumento erigido en 1989 en el cementerio de Fuencarral de Madrid.