El Ala rota

Autores: Antonio Altarriba (guionista) y Kim (dibujante)

Páginas: 296

ISBN: 978-84-679-2323-0

Antonio Altarriba descubre que su madre, Petra, lleva toda la vida manteniendo en secreto que tiene uno de sus brazos inmóvil desde que su padre, frustrado por la muerte de su mujer al dar a luz, intentara matarla tras su nacimiento. Desde esa premisa, Altarriba indaga en la historia de su madre, una mujer sencilla, religiosa y “apolítica” en un país donde el franquismo exacerbóaún más el machismo predominante en España.

Con Kim repitiendo como dibujante, “El Ala rota” se presenta como la segunda parte del fantástico y multipremiado cómic “El arte de volar”; en realidad, más que una continuación, se trata de un díptico:  la otra cara de la moneda que completa la historia familiar de Altarriba; la primera dedicada a su padre y esta segunda a su madre.

En lo técnico, Kim presenta una crudeza demoledora en sus dibujos; es a la vez escueto (no necesita más para reflejar lo que pretende) y duro. La angustia se apodera del lector, sumido en esas viñetas que retratan una España retrasada, sufriente y cruel. Menos mal que de vez en cuando Altarriba se encarga de introducir algún chispazo de humor para escapar de esa negrura.

De nuevo, como hicieron en “El arte de volar”, los autores relatan la historia de España en el siglo XX (caída de la monarquía, II república, guerra civil, dictadura, exilio y retorno…)desde una intrahistoria familiar, como tantas veces se ha hecho al desarrollar la memoria histórica. Pero si bien en “El arte de volar” todo es mucho más político y heroico en el sentido literal del término, en “El ala rota” nos adentramos en eso que las feministas de nuestro siglo XXI destacan con mucho tino: “lo privado también es político”. Porque la vida de Petra, una mujer que se nos presenta carente de ideología, muy devota y sumisa, refleja la cotidianidad de las mujeres en España, sometidas al varón y al machismo imperante. Los avances que consiguieron durante la II República no tuvieron tiempo de asentarse lo suficiente, especialmente en algunas zonas y mundos rurales, y en todo caso fueron revocados y destrozados por el franquismo. El retroceso cultural y social se cebó también con los avances en el campo de la igualdad.

Petra recibe el menosprecio de su padre, se ve envuelta en los enredos de la familia del militar a quien sirvió parte de su vida… e incluso Altarriba no disimula el desprecio que también recibe de su propio marido, un héroe en “El arte de volar”,  con infidelidades e inseguridades que repercuten en la propia Petra. Por otra parte, Altarriba no llega a disculpar a su madre por esa falta de rebelión ante la opresión, pero si trata de mostrar que las cosas no son tan fáciles a la hora de escapar de una educación centrada en la culpa, la vergüenza y el sufrimiento… una educación que marcó a una parte de las mujeres de la época y que , por cierto, parecen querer recuperar algunos, vistas las premisas y propuestas de partidos como Vox, Ciudadanos o el PP.

Haberse metido en semejante berenjenal por parte de los autores y salir airosos (aunque no estuvieron exentos de críticas por haber retratado a este tipo de mujer, “indigna” para algunxs en nuestra gauchedivine) dice mucho en su favor. “El Ala rota” no alcanza seguramente las cotas de su predecesor, pero consigue que ese díptico del que hablábamos más arriba se complete y sirva como reflexión sobre el devenir de este país desde varios puntos de vista.

Iñaki Valentín

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