La idea surge de la necesidad de dar a conocer una época fundamental en la historia de nuestra ciudad. El itinerario recorre los años 30 del siglo pasado como complemento al estudio y a la comprensión crítica de este. Los 40 años de dictadura han supuesto un muro infranqueable para muchos aspectos de la historia del País, el itinerario ayuda a descubrir huellas indelebles.
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El itinerario discurre a lo largo de varias paradas, sumándose un total de 5 kilómetros de recorrido. El objetivo del mismo es repasar el período republicano en Bilbao, haciendo hincapié, en primer lugar, en quiénes formaban el Bloque Antimonárquico y (partidos republicanos, PSOE, ANV e intelectuales), en segundo lugar, en las grandes cuestiones que marcaron la vida política municipal durante la época (la enseñanza, el laicismo, la autonomía…), y por último, en el desarrollo de la guerra civil en la ciudad.
Este tinerario en un formato más académico:https://www.academia.edu/36236876/Tras_las_huellas_de_la_tricolor_Itinerarios_por_el_Bilbao_republicano_de_Ernesto_Ercoreca._Bidebarrieta_27_2017_pp._153-172
PRIMERA PARADA: El CASINO REPUBLICANO

Cuando los rebeldes entraron en Bilbao, (foto de la Gaceta del Norte), mientras que en el Club Cocherito sacaban la rojigualda, en el piso superior se pueden observar los cristales rotos del Casino.
Iniciamos el recorrido detrás del teatro Arriaga, frente a la cafetería “Amaya”.
Sobre esta cafetería se situaba el Casino Republicano de Bilbao. Hoy ese segundo piso por encima de la cafetería está ocupado por el Hogar Leonés, pero en el período republicano el más alto de los dos miradores que existen hacia la calle de la Ribera era la sede del citado Casino.
El Casino Republicano de Bilbao fue fundado en 1893, teniendo un espíritu abierto, no perteneciendo a ningún partido por tanto, sirviendo de encuentro de todas las tendencias. Tuvo varias sedes: Santa María 16, Ribera, Bertendona esquina Hurtado Amézaga…pero a partir de 1910 cuando se estableció en la calle Nueva nº 2, 2º piso, y del que no se moverían hasta la entrada de las tropas franquistas. Además, en este mismo inmueble de la calle Nueva se situó la sede de Acción Republicana primero y de Izquierda Republicana después.
En el Casino Republicano se desarrollaban multitud de actividades recreativas y culturales: actividades de instrucción, como conferencias, clases nocturnas gratuitas o consultorios jurídicos y laborales; actividades de ocio, como veladas teatrales, musicales y/o literarias y bailes; actividades conmemorativas, dedicadas a festejar fiestas como el 11 de febrero (aniversario de la I República) o el 2 de mayo (aniversario del levantamiento del sitio de Bilbao de 1874); o veladas necrológicas, dedicadas a recordar las figuras de líderes nacionales o locales. Además, los casinos fueron auténticas escuelas de ciudadanía para los republicanos, ya que a través de la participación en la vida de los mismos, aprendían la práctica política democrática.
SEGUNDA: SAN FRANCISCO, GRANERO DEL VOTO REPUBLICANO
Desde la cafetería “Amaya” nos dirigimos río arriba hacia el puente de la Merced para cruzarlo, subir por el muelle de La Naja y coger la calle Dos de Mayo.
El nombre de la calle, como todas las que le rodean (General Castillo, Conde Mirasol, Hernani.), es fruto del 2 de mayo de 1874 en la tercera guerra carlista, Bilbao fue sitiado por las tropas absolutistas y se levantó ese cerco un 2 de mayo. Este acontecimiento fue capital en la cultura política del republicanismo bilbaíno, ya que se marcaron los valores de la democracia y el laicismo.
Cada primer sábado de mes se celebra un rastro alternativo en la calle Dos de Mayo ofreciendo un espacio de encuentro con el ánimo de curiosear, pasarlo bien, participar y comprar, con una oferta llena de creatividad, productos artesanales, vintage y diseño
Subimos por la calle Dos de Mayo hasta su intersección con la calle San Francismo, continuando por esta misma calle en dirección a la Plaza del Corazón de María.
Esta zona, los distritos electorales que componían los barrios de Estación, San Francisco, Cortes y Bilbao La Vieja, fueron el granero de los votos republicanos y socialistas. Era una zona con una concentración de población obrera, que desde la I República se decantó por la opción republicana y, desde 1890, también por la opción socialista. En las municipales de 1931, el de los “barrios altos” fue el único distrito en el que nacionalistas y monárquicos no obtuvieron representación, ya que el bloque antimonárquico logró el “copo”, obteniendo los cinco concejales.
En esta zona donde nació el socialismo vasco, ligado a la figura de Facundo Perezagua. Perezagua fue concejal socialista de Bilbao durante varios períodos. Perezagua participó en la fundación, el 13 de abril de 1921, del Partido Comunista Obrero Español, que se transformaría en el Partido Comunista de España. Durante la República el Bar de Perezagua estaba en Cortes 24. Moriría el 1 de Mayo de 1935, ese mismo día, al año siguiente el Ayuntamiento puso su nombre a la calle Gimnasio. También en esta zona creció Indalecio Prieto, el cual llegó con su madre y su hermano desde Oviedo. Prieto bebió en estos “barrios altos” de las fuentes no sólo del socialismo, sino también del republicanismo, lo que más tarde le valdría para convertirse en diputado por Bilbao no sólo con el apoyo de su partido, sino también con todo el apoyo del republicanismo bilbaíno.
TERCERA: LA IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN
Por la calle San Francisco alcanzamos la Plaza del Corazón de María, situándonos en ella junto a las Escuelas de San Francisco y frente a la Agrupación Socialista Tomás Meabe, la más antigua de Bilbao.
Precisamente, con el nombre del político socialista fueron bautizadas originalmente las escuelas de San Francisco, cuya primera piedra se puso el 1º de mayo de 1933 por Indalecio Prieto, Ministro de Obras Públicas, y por Niceto Alcalá-Zamora, Presidente de la República. La construcción de esta escuela se enmarca dentro de la política llevada a cabo por el gobierno republicano por extender la educación. La educación siempre ha sido uno de los pilares del republicanismo. El ministro de Instrucción Pública, Fernando de los Ríos, puso en marcha un plan para la construcción de miles de escuelas por toda España para luchar contra el analfabetismo, que afectaba al menos a un tercio de la población. En diciembre de 1932, comunicó en las Cortes que se habían construido casi 10.000 escuelas de las 27.000 necesarias. El consistorio bilbaíno asumió este objetivo y promovió un plan para la construcción y habilitación de escuelas, en colaboración con el Gobierno. El presupuesto municipal aumentó de forma espectacular, un 30% más de 1931 a 1932, por encima del incremento medio de gasto total, un 10,79%. Según los republicanos, en Bilbao había en 1931 unos 36.000 niños de entre 3 y 14 años, de los cuales estaban escolarizados 8.000 en escuelas nacionales, 6.000 en escuelas municipales y 7.500 en escuelas privadas, quedando por tanto 14.500 niños sin escolarizar.
CUARTA PARADA: LA CONJUNCIÓN REPUBLICANO-SOCIALISTA
Siguiendo calle abajo por San Francisco enseguida nos encontramos en los números 8 y 11 de San Francisco con la antigua sede del Círculo Socialista, un edificio cuyos miradores, en los cuales se ubicaba el centro socialista, se encuentran en estado de deterioro.
Los objetivos que persiguen las Casas del Pueblo y los círculos obreros vinculados al socialismo quedan claramente de manifiesto en el reglamento del Círculo Socialista de Bilbao, cuyo primer objetivo “es la propaganda socialista por medio de la difusión de la cultura en todas sus manifestaciones, y de solaz y esparcimiento de sus asociados, a cuyo efecto creará una biblioteca y organizará conferencias instructivas, veladas literarias, musicales, de arte, recreo y todo aquello que tienda al desarrollo moral e intelectual de los mismos”.
Aprovechamos esta parada para recordar de la unión de republicanos y socialistas, primero en la Restauración, en la llamada Conjunción republicano-socialista, y luego en la II República, dentro del Bloque Antimonárquico y el Frente Popular. Bilbao fue el primer lugar en España en el que se produjo la unión electoral entre republicanos y socialistas. Fue en 1907, dos años antes que se formara la Conjunción a nivel nacional, cuando ambos partidos formaron el Bloque Democrático. En 1909, con la creación de la Conjunción de 1909, y hasta 1918, republicanos y socialistas bilbaínos dominaron la representación de la Villa en Cortes, enviando a Horacio Echevarrieta y a Indalecio Prieto al Parlamento de Madrid.
Ya en la II República, republicanos y socialistas, al lado de los aeneuvistas, se presentaron juntos a las elecciones municipales del 12 de abril de 1931 dentro del Bloque Antimonárquico y, ya sin ANV, mantuvieron su unión para las elecciones a Cortes Constituyentes, obteniendo los 4 escaños por el distrito de Vizcaya-capital (Prieto, Araquistain , Aldasoro y Fatrás). En 1933, a pesar de la ruptura de la unión de las izquierdas, en Bilbao se presentaron juntos siendo el único distrito español. Los candidatos fueron los Prieto, Zugazagoitia, Azaña y Domingo. Aunque republicanos y socialistas perdieron por primera vez las elecciones desde 1910 en Bilbao, enviaron a Prieto y a Azaña al parlamento. En 1936, republicanos y socialistas se unieron a ANV y al PCE en el Frente Popular, teniendo como candidatos a los socialistas Prieto y Zugazagoitia, el republicano Ruiz Funes y el comunista Carro. El Frente Popular se hizo con la victoria, enviando a sus cuatro candidatos al parlamento.
QUINTA PARADA: RONDA, LOS INTELECTUALES Y ANV
Bajamos por la calle San Francisco hasta el puente de San Antón. Cruzamos de frente para adentrarnos por la calle Ronda. Ronda es la calle que cierra las Siete Calles de la villa medieval.
Es, además, la calle que vio nacer al ilustre bilbaíno: Miguel de Unamuno y Jugo. Nació en el número 16 de la calle Ronda. Ante la casa natal de Unamuno nos detenemos para realizar una reflexión acerca del papel de los intelectuales en la República. El propio Unamuno, aparte de haber sido militante socialista, también fue candidato a cortes por los republicanos bilbaínos. En Bilbao, como en otros lugares de España, se formó la Agrupación al Servicio de la República.
Continuando por la calle Ronda, llegamos hasta el número 32. Aquí se encontraba la Euzko Etxea, la sede, de Acción Nacionalista Vasca. El partido, que se fundó un 30 de noviembre de 1930, representaba un nacionalismo de izquierdas, y laico. ANV participó junto a republicanos y socialistas en el Bloque que se presentó a las elecciones municipales del 12 de abril en Bilbao. Gracias a ese acuerdo obtuvo 7 concejales en el Ayuntamiento, por encima que la fuerza que representaba. Su papel fue importante en las comisiones gestoras, encaminadas a la obtención del Estatuto de Autonomía. Volvió a participar del acuerdo con republicanos y socialistas con la formación del Frente Popular. Tuvo un ministro en el Gobierno de la República que fue el arquitecto y concejal bilbaíno Tomás Bilbao.
SEXTA PARADA: LA FIESTA DEL DOS DE MAYO
Recorriendo la calle Ronda alcanzamos la plaza de Unamuno (antes plaza de los Auxiliares). Desde aquí subimos por las escaleras que llevan al antiguo cementerio de Mallona, donde además de una vista privilegiada de Bilbao, se encuentra el monumento a los auxiliares. Para esta subida existe un plan B, desde el metro sube un ascensor.

Foto de la fiesta del 2 de mayo de 1933, en el que Ercoreca, Prieto y Alcalá-Zamora encabezaron la procesión cívica.
Se trata de la procesión cívica que liberales, republicanos y, más tarde, socialistas, realizaban cada 2 de mayo en memoria de los “héroes de la libertad, aquellos que defendieron Bilbao del sitio al que se vio sometido por parte de los carlistas. La procesión cívica partía del Ayuntamiento y, por la calle Sendeja, alcanzaba Bidebarrieta para desde esta calle girar para llegar a la plaza y subir las escaleras de Mallona.
La procesión cívica, una costumbre en la Villa durante toda la Restauración y la II República ha pasado desapercibida para los bilbaínos durante los últimos 40 años tras haber sido prohibida durante los 40 años anteriores. En este caso, el olvido al que querían someter los franquistas el espíritu y los símbolos liberales de Bilbao, ha surtido su efecto gracias a la escasa colaboración de las instituciones democráticas.
Al llegar a Mallona, y tras pasar bajo el arco de acceso al antiguo cementerio, nos colocamos frente a lo que queda de la estatua a los héroes de la libertad.
De la majestuosa figura femenina que simbolizaba la resistencia de Bilbao frente a los sitios carlistas, con coronas de laurel en sus manos, y un basamento sobre el que estaban colocados cuatro leones, apenas conservamos en la actualidad un pilar sobre el que se asentaba la figura femenina. Las tropas que entraron en Bilbao el 19 de junio de 1937, compuestas en su mayor parte por requetés carlistas, una de las primeras cosas que realizaron fue mutilar las manos de la figura para que no fueran visibles las coronas de laurel que simbolizaban la victoria de las ideas liberales frente a la reacción.
SÉPTIMA PARADA: EL AYUNTAMIENTO REPUBLICANO
Desde Mallona, por el Parque Etxebarria, continuamos bordeando por el mirador, dejando los campos de deporte a la derecha, y bajamos por la Plaza del Gas hasta el Ayuntamiento, colocándonos frente al mismo, al lado de la escultura de Oteiza.

En el balcón del edificio del Ayuntamiento de Bilbao, sobre la puerta central, se encuentra un escudo de la Villa sobre el que está una corona mural republicana. Foto de Jose Cejuela.
El 12 de abril de 1931 se realizaron las elecciones municipales, convocatoria que tenía el carácter de plebiscito decisorio de la forma de gobierno. En Bilbao, la candidatura antimonárquica, resultó victoriosa, logrando 31 concejales por los 12 del PNV y los 3 de la Concentración Monárquica. Los 31 concejales antimonárquicos que se repartieron: 12 el PSOE, 7 ANV y 12 los republicanos (8 el Partido Republicano Autónomo, 3 los radicales socialistas y 1 la Derecha Liberal Republicana). Tras conocer el resultado de las elecciones en las capitales de provincia, al Rey no le quedó otra opción que expatriarse, proclamándose la II República el 14 de abril. En Bilbao la población salió a la calle para celebrarlo, concentrándose en los alrededores del Ayuntamiento, principalmente en la calle Sendeja.
Ese mismo día se constituyeron los ayuntamientos, eligiéndose en el caso de Bilbao como alcalde al republicano autónomo Ernesto Ercoreca, al cual está dedicada hoy en día la plaza al lado del edificio consistorial. Ercoreca era un veterano de la política municipal, ya que aunque resultó elegido concejal por primera vez en 1911 y llegó a ser diputado provincial, ya en 1905 aparecía en las candidaturas republicanas.
OCTAVA PARADA: LA LUCHA POR EL LAICISMO
Desde el Ayuntamiento cruzamos el puente hacia la calle Buenos Aires. Llegamos a la Plaza Circular y tomamos la Gran Vía hasta la Plaza Elíptica. En ésta nos situamos en el centro, mirando hacia el fondo de la Gran Vía, la Plaza del Sagrado Corazón.
Uno de los grandes enemigos que tuvo la República fue la Iglesia, ante el intento de crear un Estado laico. En Euskadi, la lucha entre derecha católica e izquierda anticlerical fue peculiar porque el foco clerical estaba representado por el PNV, una fuerza que aunque no contribuyó a implantar la República, sin embargo, se puso del lado de la legalidad tras el golpe de Estado del 18 de julio de 1936.
La cuestión religiosa suscitó graves enfrentamientos entre el Gobierno municipal y la oposición jeltzale, tal y como ocurrió en el Parlamento entre los partidos partidarios de la separación entre Iglesia y Estado, y la oposición conservadora, que pretendía seguir manteniendo los privilegios con los que había contado la Iglesia en España. Sin embargo, la discusión más virulenta estuvo vinculada a la estatua del Sagrado Corazón de Jesús, construida durante la época de la Dictadura primorriverista. En la sesión del 3 de enero de 1933, el concejal socialista Santiago Aznar presentó un ruego en el pleno para conseguir la desaparición del monumento al Sagrado Corazón.
Un mes más tarde, en la sesión del 8 de febrero, se presentó por la comisión de fomento un requerimiento al Apostolado de la Oración para que procediese a la demolición del monumento al Sagrado Corazón de Jesús. A la medida se opuso el PNV, el cual, claro está, solicitaba la pervivencia del monumento. Tras un intenso y largo debate, en el que destacó sobremanera la oratoria del concejal republicano Ambrosio Garbisu, el 15 de marzo se acordó realizar con cargo a la partida presupuestaria de imprevistos el gasto que habían de ocasionar las obras de retirada de la vía pública del monumento al Sagrado Corazón de Jesús. Pocos días después de esta resolución, el 27 de marzo de 1933, se anunció que se había interpuesto un recurso de la mano de Tomás Eguidazu, Mariano de Arostegui y otros exalcaldes de la Villa y que los tribunales habían decidido temporalmente la suspensión de la demolición. La posterior suspensión del Ayuntamiento y no su reposición hasta después del triunfo del Frente Popular en 1936 provocaron que el monumento al Sagrado Corazón quedase en pié hasta hoy en día.
NOVENA PARADA LA AUTONOMÍA
Giramos nuestra vista hacia el Hotel Carlton. Este inmueble fue la sede de la lehendakaritza, la presidencia del Gobierno Vasco.
La II República fue un momento de relevancia en la resolución del problema del encaje de las provincias vascas en España con la apertura del proceso autonómico. La posibilidad de que las regiones que así lo deseasen se dotaran de un Estatuto de Autonomía fue prevista en el verano de 1930 en el Pacto de San Sebastián, la cual fue sancionada un año después por la Constitución.
Mientras que en Cataluña todas las fuerzas autonomistas habían coadyuvado a la implantación de la República, logrando la rápida aprobación del estatuto catalán en 1932, en el País Vasco, la fuerza más importante, el PNV, no había participado en el Pacto de San Sebastián y, en consecuencia, no hubo un proceso estatutario unitario sino dos, uno apoyado por el PNV y los carlistas, conocido como el Estatuto de Estella, y otro apoyado por republicanos, socialistas y aeneuvistas, conocido como el Estatuto de las Gestoras.
Hubo que esperar a la victoria del Frente Popular en 1936 para resolver el problema estatutario vasco. Nacionalistas y frente populistas, con Prieto a la cabeza, se pusieron de acuerdo en la confección de un nuevo Estatuto vasco que retrasó su aprobación por el comienzo de la Guerra Civil y no pudo entrar en vigor hasta octubre de 1936. El Gobierno Vasco juró su cargo en Gernika el 7 de octubre de 1936. Entre ellos había 4 representantes del PNV, 3 del PSOE, 2 republicanos, 1 comunista y 1 aeneuvista. Por tanto, la representación del Frente Popular era mayoritaria, a pesar de lo cual la presidencia recayó en el jeltzale José Antonio Aguirre.
Los representantes frentepopulistas fueron Aznar (PSOE, Industria), Toyos (PSOE, Trabajo), Gracia (PSOE, Asistencia Social), Aldasoro (Izquierda Republicana, Comercio), Espinosa (Unión Republicana Sanidad), Astigarrabia (Partido Comunista, Transportes) y Nardiz (ANV, Agricultura).
DÉCIMA PARADA: DE CUARTEL A CÁRCEL
Desde la Plaza Elíptica nos encaminamos hacia la calle Alameda de Rekalde. Avanzando por esta vía llegamos a la altura del colegio de los Escolapios.
Este es un ejemplo de edificio que si durante la Guerra fue cuartel de alguno de los batallones de gudaris o milicianos, tras el fin de la contienda en Euskadi se convirtió en cárcel. En el caso de los Escolapios, fue cuartel de los batallones “Rebelión de la Sal”, “Malato”, “Aralar” y “Sukarrieta”. Tras la caída de Bilbao, el centro fue considerado por los franquistas un espacio para la detención y el encarcelamiento, en el cual estuvieron recluidos unos 7.000 presos políticos; todos en prisión preventiva, es decir, sin juicio y sin acusación.
Llegando por esta misma calle hasta la ría, enfrente nos encontramos la Universidad de Deusto.
Se trata de otro ejemplo de esto que comentamos. Durante la Guerra fue cuartel algunos batallones de La Columna Meabe. Tras la caída de la Villa, el centro universitario se convirtió en campo de concentración, al mando del coronel inspector Martín Pinillos. Este centro de detención ilegal y extrajudicial pertenecía a la administración militar y era utilizado para internar y clasificar, sin juicio previo, a los prisioneros republicanos. En sus años de funcionamiento, del segundo semestre de 1937 hasta comienzos de 1940, perdieron la vida 331 personas, 188 de ellas víctimas de ejecuciones y 143 por enfermedades. El campo de Deusto fue importante como centro distribuidor de mano de obra esclava para los distintos batallones disciplinarios de trabajo, que se empleó en las minas, en las industrias de guerra, reconstrucción del cinturón de hierro o hasta en obras como el aeropuerto de Sondika. Más Info: LAS CÁRCELES DE BILBAO y EL PAREDON DE DERIO
UNDÉCIMA PARADA: LA CAÍDA DE BILBAO
Tras llegar al Museo Guggenheim bajamos hasta la Ría. Desde allí nos dirigimos hasta la estatua dedicada a Ramón Rubial, en 1978, Rubial fue elegido presidente del Consejo General Vasco que fue el embrión del Gobierno Vasco.Un buen punto para explicar los últimos días del Bilbao republicano antes de su caída, y nos situamos mirando al monte Artxanda.
A finales de marzo de 1937, y tras el estancamiento del frente de Madrid, los sublevados se volvieron hacia el territorio cantábrico fiel a la República, aislado desde la toma de casi toda Gipuzkoa y cuya línea de frente se había quedado parada a las puertas de Bizkaia. Un territorio, además, cuya conquista podía ofrecer al bando nacional importantes recursos. Desde principios de año, diversas poblaciones vizcaínas sufrieron bombardeos con frecuencia, lo que provocó numerosas bajas y atemorizó a la población, constituyéndose como hitos inolvidables de esta barbarie los bombardeos de Durango, el 31 de marzo, y Gernika, el 26 de abril.
Los rebeldes se acercaron a Bilbao, y el 11 de junio se inició el asalto al Cinturón de Hierro. El 12 de junio, tras un ataque, protagonizado por baterías y bombardeo aéreo, el cinturón de Bilbao fue sobrepasado por los nacionales a la altura del monte Gaztelumendi, dejándoles a 10 km del centro de Bilbao. El 13 de junio Aguirre dio instrucciones para defender Bilbao, pero estaba claro que una vez que los nacionales llegaran a los montes que rodean la Villa, la defensa de la misma era imposible, por lo que a partir del día 14, con Bilbao casi cercada al completo, la labor del Gobierno se encaminó a la evacuación de la población civil.
Tres días después de la ruptura del “Cinturón”, fue atacado el monte Artxanda, quedando en poder del enemigo la zona comprendida entre Santo Domingo y el fuerte Banderas. Una vez conquistada la zona montañosa de Artxanda, las tropas de Franco tomaron posiciones en el monte Pagasarri, con lo cual el cerco de Bilbao quedaba completo. Existía una única salida: la carretera que bordeaba el Nervión desde Bilbao hacia Zorroza.
El día 16 se reunió el Gobierno Vasco con los mandos militares, con las fuerzas nacionales a punto de envolver Bilbao y cerrar así la salida de las tropas y la población hacia el oeste, se decidió la retirada del Ejército de Bilbao. Las operaciones de evacuación, se encontraban con la dificultad de que desde el monte Banderas, las baterías franquistas controlaban toda la carretera del Nervión. La noche del 16 al 17 de junio se abrieron paso y recuperaron el Fuerte Banderas, Berriz, Artxandasarri, el Molino y el camino de Artxanda hasta el cruce de Santo Domingo, aguantando durante todo el día 17 los continuos ataques de las tropas de Franco.
El día 17, El gobierno vasco se trasladó a Trucíos, quedando en Bilbao los consejeros Aznar, Astigarrabía y Leizaola para ordenar la retirada. Ese mismo día cayeron sobre Bilbao unas 20.000 bombas, en lo que representaba una avanzadilla para el definitivo ataque terrestre. El 18 de junio se dio orden de retirar las últimas tropas de la ciudad. La última de estas unidades salió de Bilbao en la madrugada del día 19, dejándola libre de gudaris y milicianos para la entrada de los nacionales. Sin encontrar resistencia, entre las 5 y las 6 de la tarde, del 19 de junio de 1937, las tropas fascistas ocuparon Bilbao inciando el final del Frente Norte. Más Info: Batalla final por Bilbao.
Jon Penche (Eusko Ikaskuntza)
Josetxo Álvarez (Colectivo Republicano de Euskal Herria)
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Un homenaje a uno de aquellos republicanos olvidados, que desde el 14 de Abril de 2021 volvió a la memoria de los Mirandés es gracias a una placa que colocamos en su recuerdo, en el lugar que estuvo su casa.
Un saludo.
Luis Magan
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